La soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos”.
Un fenómeno literario en Hispanoamérica, el Nobel de Gabriel García Márquez, uno de los detonantes del Boom latinoamericano de los 60 y 70, la luz que atrajo las miradas del mundo hacia los escritores del continente… Cien años de soledad, la gran obra de Gabo, ha cumplido medio siglo; benditos cincuenta años de la pulcra definición del “realismo mágico”.
El colombiano logró que Macondo surgiera en el Buenos Aires de 1967. Un halo de misterio recubre ese emerger de la novela, con algunas historias que giran en torno a los intentos por publicar la obra completa (los primeros capítulos ya habían sido difundidos en diferentes periódicos y revistas).
En una de ellas, se asegura que el autor no disponía de suficiente dinero para enviar el manuscrito completo desde Ciudad de México a la capital argentina, por lo que mandó la mitad del ejemplar. Finalmente, tras vender los electrodomésticos que compartía con su mujer, Mercedes, pudo obtener algunas ganancias para remitir el resto de páginas.
Del mismo modo, se ha elucubrado acerca de supuestos editores que rechazaron comercializar el libro. Entre ellos, Carlos Barral, de quien se afirmó que lo consideró de baja calidad; años más tarde él mismo se encargaría de desmentirlo, pues ni siquiera llegó a sus manos copia alguna.
No obstante, García Márquez se empeñó en alimentar las leyendas que rodean a Cien años de soledad, tanto los comentarios sobre su peculiar contenido, como todos los pasos antes de que se conociera la primera edición. El canalla escritor se divertía convirtiendo en extraordinarios sus relatos y creando intriga acerca de su vida, aumentando así el interés que suscitaban sus palabras y la promoción de sus textos. En más de una ocasión dejó entrever sus motivos, defendía que la vida no es como uno la vivió, sino como uno la recuerda y cómo la recuerda para contarla.
Las desdichas de los Buendía
Cien años de soledad ha seducido a millones de personas a través de las vivencias de una estirpe condenada a la desgracia. Esta novela atípica relata de forma cronológica los acontecimientos que trasforman Macondo y marcan la vida de los protagonistas. No obstante, son comunes los saltos en el tiempo, que sirven para contextualizar los antecedentes y las consecuencias futuras de cada acto contado.
Decenas de personajes y siete generaciones de la familia Buendía se suceden en Macondo, una aldea irreal fundada y destruida bajo el amparo de una dinastía de infortunados. Un escenario que en cierta manera evoca a la propia historia de un país y del continente del literato.
La primera parte narra la fundación de la aldea, con José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán como cabezas de la familia. El desarrollo de la obra trascurre entre guerras civiles y conflictos sociales que perturban la tierra de la estirpe. Tras un breve periodo de bonanza, las profecías dirigen el sino del poblado, en el que la decadencia asola el final de la aldea y la saga de los Buendía.
Cada fragmento del libro ha sido minuciosamente analizado y ha servido para múltiples interpretaciones. Alrededor de quince años tardó el periodista en confeccionar su novela, desde las primeras ideas hasta lo que resultó ser su ópera prima. Tiempo suficiente en el que halló la manera de añadir historias ocultas al argumento y críticas sociopolíticas.
El realismo mágico de la soledad
Se convirtió en maestro y exponente de un estilo narrativo, sin ser exactamente su creador. Su virtuosismo y singularidad al entremezclar mundos cotidianos con vivencias extraordinarias ha servido de referente para escritores contemporáneos. Aunque ahora rehúya de ese estilo, la chilena Isabel Allende en algunas de sus obras más exitosas, como La Casa de los espíritus, es una de las grandes de la literatura que han seguido los pasos de García Márquez.
La técnica de Gabriel García Márquez para dibujar su realidad fantástica en Cien años de soledad ha ganado el aplauso de la crítica y la ovación del público. El libro ha superado las cien ediciones publicadas, cincuenta millones de ventas y se ha traducido a más de treinta idiomas.
Cien años de soledad está escrita entre lo cotidiano y lo mágico, entre realismo y fabulaciones, entre maldiciones y destinos marcados, y entre nuestro mundo y el propio de Gabo. El colombiano escribió la novela referente de la literatura hispanoamericana de la época y una de las más relevantes en castellano. Benditos cincuenta años del clásico, los que han elevado la novela Gabriel García Márquez a ser una de las obras imprescindibles de nuestro siglo y de todos los tiempos.