La crisis sanitaria del COVID-19 sigue golpeando nuestra sociedad con cifras demasiado duras y un nuevo mundo al que tendremos que ir acostumbrándonos. Dejando a un lado todo lo trágico de esta situación, la cultura ha servido de escapatoria y evasión durante el confinamiento, que seguro ha dulcificado la soledad y la lejanía de los seres queridos en estos días.
En momentos adversos surge la creatividad y el entretenimiento digital ha sido la principal fuente de distracción. Durante estas semanas se han llevado a cabo iniciativas como festivales y conciertos de música desde la casa de los artistas, recitales de poesía, visitas virtuales a museos a golpe de clic… El mundo de la cultura ha hecho un especial esfuerzo en no abandonarnos.
Aún con toda esta explosión de propuestas, el libro es uno de los más fieles acompañantes que ayuda al lector a evadirse de la realidad. Si bien las librerías han sufrido un revés ante el cierre de sus establecimientos, la venta online se ha disparado estas semanas y el libro electrónico ha ganado mayor protagonismo.
El confinamiento ha modificado los hábitos de consumo, la demanda de ebook se ha visto incrementada en un 50% y el mercado literario ha comprobado que la digitalización del negocio es el camino. Es cierto que la experiencia de tocar un libro, pasar sus páginas y su olor no es comparable con la lectura más fría de las versiones digitales, sin embargo, la facilidad de lo electrónico y sus posibilidades amplían aún más el acceso a la cultura.
Leer escuchando
Los audiolibros suponen una alternativa perfecta cuando la edad o los problemas visuales impiden una lectura cómoda. No obstante, están ganado su peso en el sector y se establecen como una opción de entretenimiento más entre el público general.
En su mayoría, los audiolibros ofrecen títulos que ya existen y son las grandes editoriales las que han podido hacer frente al reto de trasformar sus ejemplares en voz. Su historia es similar a la de la prensa digital, que se forjó a partir de la duplicación de contenidos de los diarios escritos, quién sabe si continuará paralelamente y pronto conoceremos libros que se hayan concebido únicamente para este formato.
Nuestros hábitos de lectura también se han transformado, en parte por el ritmo frenético de la ciudad, las horas de camino al trabajo o el tener cualquier recurso al alcance del móvil. Consumimos lecturas rápidas, artículos más fáciles de digerir mientras llevamos a cabo otra tarea, informaciones cortas desde redes sociales o podcast de expertos sobre temas que nos interesan, pero que no tenemos tiempo de investigar.
El audiolibro también va en esa dirección. Es una herramienta más que nos acerca al conocimiento y las historias que se hallan en los libros, con una experiencia que requiere menor concentración y dedicación que la propia lectura. Al igual que la radio, la grabación de relatos se puede escuchar mientras se realizan otras actividades domésticas o deportivas, facilitan cuentos a los más pequeños o simplemente se disfruta de forma individual y sin otra distracción.
Aplicaciones para probar
En países como Estados Unidos esta opción nos lleva décadas de ventaja, en los países hispanohablantes se han popularizado en los últimos años y el confinamiento ha terminado por darle el último empujón.
Las aplicaciones más conocidas que existen en el mercado son de pago. Una de ellas es Audible, empresa perteneciente a Amazon que ofrece la mayor selección de títulos, además del prestigio de contar con audios de gran calidad y narradores premiados por su actividad.
Storytel es otra de las más populares, acoge a más de 100.000 mil ejemplares y permite un período de prueba gratuito de dos semanas. Durante el confinamiento, ha comunicado que ha incrementado sus suscripciones en un 253% en España.
Como todo en la red, siempre existen algunas opciones gratuitas para probar este formato, aunque con menos amplitud de títulos. Audiolibros ofrece el acceso a más de 24.000 obras, además se pueden descargar o reproducir en el momento. En LibriVox se encuentran clásicos de nuestra literatura, aunque la gran mayoría son en inglés.
iVoox es una plataforma bastante conocida en España, en la que cualquiera puede compartir sus audios, en este caso también audiolibros. Contiene una variedad nada despreciable de libros y relatos, pero no todos con la calidad de sonido esperada.
Para popular tenemos a YouTube, que entre sus millones de vídeos también se hallan una amplísima biblioteca de audiolibros. Eso sí, la búsqueda hasta tropezar con lo que queremos escuchar puede ser más lenta, probando con autores y títulos.
Las posibilidades para deleitarse con un buen libro se multiplican, disfruten de la literatura sea cual sea su formato.
