Me convertí en una experta en evaporarme, deslizarme y escabullirme, en retroceder y zafarme de situaciones difíciles, en esquivar abrazos, besos y manos indeseados, en ocupar cada vez menos espacio en el autobús cuando un hombre se despatarraba e invadía mi asiento, en desligarme poco a poco o en desaparecer de golpe: en el arte…