La música del séptimo arte (Volumen I)

La música del séptimo arte (Volumen I)

Ya ha quedado clara la importancia de la música en casi cualquier aspecto de nuestras vidas, pero esa importancia se hace mayor, si cabe, en el cine.

Probablemente ahora mismo estemos pensando en una determinada película sólo porque su banda sonora se nos ha grabado a fuego y gracias a ella recordamos perfectamente una escena determinada. Como olvidar por ejemplo ese sensual baile de Salma Hayek con la serpiente a ritmo de “After Dark” en Abierto hasta el amanecer.

Tarantino es un claro ejemplo de cómo la música en el cine nos influencia y cautiva de una manera muy especial, hasta el punto que hace que nos guste o disguste una peli por su música. Es por ello que desde Inquietas y Culturales queremos hacer una mención especial a algunas de las bandas sonoras que más nos han marcado (volumen I). No nos caben todas y es muy difícil seleccionar, por lo que prometemos retomar el tema y seguir hablando de dos cosas que juntas son aún más geniales.

James Bond

Ya solo con escuchar ese riff del comienzo, nos enfundamos mentalmente en un traje hecho a medida y nos convertimos en el espía más afamado con licencia para matar. Durante esta magnifica saga se ha mantenido un estilo musical muy definido apostando por unas cabeceras orquestales con canciones que te hacían vibrar con cada melodía y que no hacían otra cosa que vaticinar la misteriosa aventura que estabas apunto de presenciar. Hay que reconocerlo, los ingleses siempre han sido muy buenos para crear suspense y vestir de traje.

Fiebre del sábado noche

Esto es venirse arriba, en mayúsculas y negrita. Es sonar Staying Alive y sentir que el ritmo invade tu cuerpo, si a esto le añades un guapísimo y jovencísimo John Travolta con esos pantalones de campana y aire chulesco, no hay más que hablar. Puede que no sea la mejor película, pero este es uno de los casos en los que la música la hace aún mejor. Es una de las listas de Spotify más buscada y no es de extrañar porque siendo realistas, ¿a quien no le gustaría bailar toda la noche a ritmo de Disco?

Star Wars

Vale, vamos a ponernos serios. Para los que aun no me conozcan no puedo ser nada neutral con Star Wars y todo lo que salga de mi boca ( o mis manos) siempre van a ser cumplidos. Pero es que no podía hablar de música de cine sin hablar de Star Wars. Desde que nuestros ojos se emocionan con esas primeras letras amarillas que nos introducen en el espacio, la música se convierte en parte fundamental de esta saga. La marcha imperial nos hizo sentir el frio más intenso y temer esa respiración profunda y oscura. Esa distinción entre el bien y el mal, entre el lado oscuro y la luz, se marca siempre por el cambio de música y no hay nadie mejor que John Williams para emocionarnos con cada melodía. Te estaremos eternamente agradecidos querido John.

Tarantino

 Estuve devanándome el cerebro para elegir sólo una película sobre la que hablar pero es que con Tarantino una siempre se queda corta. La fascinación de este director por la música (a demás de por la sangre), es algo mágico. No da puntada sin hilo y todo lo que podemos escuchar en sus películas es fruto de un gran estudio previo de la música de muchas épocas. Podemos ir del western más clásico a un desafinado trio de chinas, pasando por un francés sensual o el funky más movido. Todo ello perfectamente calculado para acompañar la acción y crear suspense. No podemos olvidar el caso de Kill Bill en el que sabíamos que la Mamba negra iba a llevar a cabo una de sus venganzas, debido a que sonaba esa soniquete estridente que nos alertaba y preparaba para la acción. Y es que ya lo decía Chuck Berry, con Tarantino “You never can tell”.

 

 

 

 

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