La mujer en la ciencia y una brecha de género que aún sangra

La mujer en la ciencia y una brecha de género que aún sangra

Siglo XXI, 2017 y plena contemporaneidad de derechos y oportunidades con independencia de género. ¿De verdad? El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha dedicada a recordar la discriminación sexista que aún existe en el sector.

Se ha conseguido mucho en los últimos años, las distinciones no existen, es cuestión de que el interés que suscita la ciencia no es comparable entre ellos y ellas. Ese discurso nos suena y nos persigue, no únicamente en el campo científico. No obstante, las cifras existen para tumbar las declaraciones simplistas y conformistas.

Ganamos lo mismo que los hombres. Sí, exactamente lo mismo que lo que ponía en su nómina hace unos años.  En lo que a aspectos salariales se refiere la grieta no está superada. El Foro Económico Mundial, en su último Informe Global de la Brecha de Género, informó de que las féminas tienen los ingresos que tenían los varones hace una década, casi nada. En el caso de España, el estudio refleja que la diferencia salarial anual media supera los 14.000 euros.

No es nuevo, las últimas Encuestas de Estructura Salarial del INE llevan años documentando como la brecha salarial supera cada año el 20%. A su vez, la Encuesta de Población Activa tampoco aporta datos halagüeños sobre el tema. La creación de empleo es menos notoria para las mujeres y el desempleo también se ceba más con nosotras.

science-laboratory-work-392x544Menos empleabilidad, menos cargos directivos, menos incidencia en los trabajos de reciente creación y menos salario. A ello se suma un quinto factor: la discriminación laboral se recrudece aún más en áreas investigativas. Ya sea por la falta de referente, las expectativas más bajas de éxito en el sector o por los estereotipos, el número de mujeres que se dedican a la ciencia es mínimo. Según la OCDE, únicamente un 7% de jóvenes de hasta 15 años se plantea formarse en este tipo de profesiones en nuestro país. Asimismo, ellas no suponen ni un 25% del total de catedráticos e investigadores que existen en España.

Aunque la proporción de féminas en puestos técnicos aumenta, lo hace a ritmo muy lento. La semana pasada, la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, presentaba los resultados del informe Científicas en Cifras 2015 de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. El estudio estadístico lleva realizándose 10 años y analiza la presencia de las españolas en el plano de la investigación nacional.

En este último trabajo, se confirma que el número de mujeres y hombres que se doctoran en España comienza a igualarse, pero el número de investigadoras no aumenta desde 2009, la proporción es del 39%. En el ámbito público, el porcentaje supera el 40%, en el mundo empresarial la cifra cae hasta el 31%. Los altos cargos son para ellos, con independencia del ámbito público o privado; al cierre del estudio, tan sólo una mujer ocupaba el puesto de rectora en las universidades públicas y no había ninguna directora general en los Organismos Públicos de Investigación.

11 de febrero, por la visibilidad de la mujer en la ciencia

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Resolución 70/474/Add.2 de 2015, proclamó el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia:

La ciencia y la igualdad de género son vitales para realizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidos en la Agenda 2030. En los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Desafortunadamente, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina. De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%”.

Profesionales dedicados a la investigación, la docencia y a la comunicación científica han creado el proyecto 11 de Febrero. La iniciativa quiere que instituciones públicas y organizaciones privadas apoyen actividades que visibilicen y acerquen el papel de las mujeres en la investigación, tanto en la historia como en la actualidad. Desde el 6 al 19 de este mes ya han conseguido que se celebren 240 proyectos que conmemoran la fecha y pretenden fomentar las vocaciones científicas desde la infancia, sin estereotipos.

La carrera por cerrar la fisura existente entre géneros ha comenzado, lenta pero continuada. Los colectivos que incentivan la participación igualitaria de la mujer en cualquier ámbito laboral siguen siendo imprescindibles. Nada resume mejor esa necesidad que las palabras que recoge la presentación de la Iniciativa 11 de Febrero:

En una época en que la mayor parte de los retos que se nos presentan (crisis energética, crisis medioambiental, crisis alimentaria, retos en medicina y en calidad de vida…) depende de la Ciencia y la Tecnología, no nos podemos permitir prescindir del talento de la mitad de la población.

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