The news is broken and we can fix it
La era 2.0 ha marcado una revolución en el modo de realizar periodismo. Internet ha puesto a disposición del usuario infinidad de datos y noticias al alcance de un clic. En un momento en el que la comunidad es más interactiva y proactiva a la participación en la elaboración de contenidos, el cuarto poder ha comenzado a escuchar qué quiere el público. ¿Y si damos un paso más? Esto es lo que se ha propuesto Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia, con la construcción de Wikitribune.
El empresario estadounidense ha iniciado un proyecto que pretende acabar con la desinformación. Para Wales, la sociedad está sometida al desconocimiento por la gran cantidad de comunicaciones falsas que circulan en la red. Tomando como inspiración su anterior creación, la enciclopedia online más conocida del mundo, Wikitribune abre un nuevo camino en el modo de publicar información: colaborarán los periodistas de plantilla con una comunidad de voluntarios que verificarán la autenticidad de los contenidos.
Las 4 claves de Wikitribune
Wikitribune a día de hoy está en pruebas y únicamente abierta a un público restringido. Wales quiere que se convierta en un servicio de noticias que ofrezca artículos basados en hechos reales y escritos desde una perspectiva imparcial. ¿Cómo se ha propuesto conseguirlo? En la propia web oficial describen cuatro puntos que diferencian a la plataforma de cualquier otro medio.
En primer lugar, el usuario siempre podrá conocer la fuente de la información. Una de las características de la propaganda disfrazada de noticia es que usualmente esconde la procedencia de los datos. En Wikitribune los periodistas tienen la obligación de escribir sobre hechos que puedan ser verificados, por eso mostrarán las fuentes. De este modo, cualquiera puede contrastar el texto y, si es posible, acudir a la página en la cual se originó la primera publicación sobre el tema tratado.
La segunda característica es que se trata de una iniciativa gratuita y libre de publicidad. Wikitribune estará financiado únicamente por colaboradores. Con el fin de asegurar la independencia de las publicaciones, los anunciantes no tienen cabida en la página. A su vez, el acceso gratuito permite que cualquiera pueda leer el contenido de la plataforma o enviar las correcciones que considere oportunas para que la plantilla de profesionales las revise.
Otro rasgo distintivo es que une a la comunidad y a los periodistas para que formen un equipo igualitario. En otras palabras, no quieren que el cooperativismo de la sociedad en la fabricación de noticias quede únicamente en un apartado final de comentarios en donde realizar pequeños apuntes. Los usuarios tienen el papel esencial de verificar los artículos y trabajar con los propios periodistas con el fin de que el ciudadano sea un participante activo del cuarto poder.
Por último, el lema de Wikitribune es la trasparencia total en cuanto a cómo opera y se financia. Para conseguir este compromiso con la comunidad, Wikitribune hará público regularmente sus datos financieros y sus inversiones. Puesto que la plataforma se financiará de donaciones voluntarias, el equipo de la iniciativa se responsabiliza de informar sobre cómo se gastarán los fondos entregados. En la propia página se menciona que la mayor parte de los ingresos se destinarán a la contratación de nuevos periodistas y a pagar sus salarios (crucemos los dedos para que lo cumplan).
¿Más diferencias respecto a un periódico digital?
A simple vista, los cuatro rasgos que componen la visión del proyecto de Jimmy Wales bien podrían pasar por las de un nuevo medio con buenas intenciones. Sin embargo, lo cierto es que la plataforma tiene un atributo diferenciador: la característica de Wiki. La iniciativa bebe de los espacios designados a la colaboración comunitaria. Por este motivo, lanzan un llamamiento a los profesionales del oficio y a la población general preocupada por el buen periodismo. Todos podemos participar en construir un medio diferente y alejado de las informaciones parciales.
No obstante, Wikitribune juega un partido complicado. En los últimos años decenas de nuevos medios de comunicación han saltado a la cancha llevando la bandera de la fiabilidad y la veracidad de su producto. Y sí, muchos de ellos final
mente nos han decepcionado.
El público es reticente al periodismo actual. Amarillismo, sensacionalismo, sesgos de los datos, informaciones interesadas, empresas que meten la mano en lo publicado… El cuarto poder no está en sus horas más altas, pero lo bueno de la era digital es que las oportunidades para crear son infinitas y a veces las intenciones honestas llegan al puerto correcto.
Una vez comience la andadura de Wikitribune, comprobaremos si el nuevo servicio de noticias cumplirá expectativas y logrará unir a un buen equipo de periodistas con ciudadanos comprometidos y válidos. El reto es complicado, partir de un capital proveniente de voluntarios que asegure el trabajo periodístico y, además, cubrir diversidad de temas en profundidad, veraces, útiles y atractivos para el público. Cualquiera puede crear contenido, solo unos pocos hacen periodismo de referencia, ¿lo conseguirán?
