Si en la pasada edición la Academia Sueca dio la nota (musical) al anunciar la entrega del Nobel de Literatura 2016 al gran Bob Dylan, este año ha optado por regresar a su solemnidad habitual. Aunque han vuelto a sorprender y alejarse de las quinielas previas a la cita, queda demostrado que el mundo de la cultura comparte y bebe de todas las artes. Dejando atrás el galardón más musical de su historia e himnos sesenteros, el Nobel de Literatura 2017 ha resultado ser de película al premiar a Kazuo Ishiguro.
El jurado ha definido la obra del autor de 62 años como novelas de gran fuerza emocional que han descubierto el abismo bajo nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo. Lejos de levantar la polémica de la edición anterior, el escritor cuenta en su haber con una aclamada trayectoria, galardones de referencia y lectores de todo el mundo con textos traducidos a más de cuarenta idiomas.
Kazuo Ishiguro es un británico asentado en Londres, nacido en 1954 en Nagasaki, Japón, país que abandonó siendo un niño, cuando adoraba las aventuras de Sherlock Holmes. Se formó en literatura inglesa y filosofía en la facultad de Kent y East Anglia. No obstante, asegura que, aunque haya crecido y sido educado en este país británico, una gran parte de mi mirada al mundo y mi acercamiento artístico es japonés.
Lo cierto es que sus novelas se alimentan de un argumento tenue, con introducción de pocos personajes y muchas emociones, como la literatura oriental. Algunos de sus escenarios favoritos se asientan en períodos previos a la Segunda Gran Guerra, cobrando importancia el nazismo, o Japón en años de posguerra. La psicología es el hilo conductor de sus libros, con temáticas que tratan el olvido, el sufrimiento del recuerdo, el enfrentamiento al pasado, el desengaño, los conflictos y la mezcla de lo fantástico y lo real. Es un literato íntegramente japonés que junta letras en inglés.
De la literatura al cine
El escritor ha conseguido que dos de sus siete novelas pasen a formar parte de la historia del séptimo arte. La primera, dirigida por James Ivory, quien trasladó al cine la esencia de Los restos del día (o Lo que queda del día) en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Anthony Hopkins se convirtió, con una puesta en escena impecable, en el mayordomo Stevens de la mansión Darlington y Emma Thompson dio voz a la ama de llaves, la señorita Kenton. Una relato existencialista y melancólico, con tintes de fracasos personales, que deleitó tanto a la crítica cinematográfica, obtuvo ocho candidaturas a los Premios Óscar, como a los lectores.
Su otra obra que fue a parar a las salas es Nunca me abandones, supuso su entrada en la ciencia ficción. El director Mark Romanek también supo captar los aires afligidos de Ishiguro, aunque el filme pasó sin pena ni gloria. No obstante, el pasado año el relato volvió a tener vida audiovisual al inspirar una serie televisiva en Japón.
La relación estrecha de Kazuo Ishiguro con el cine comenzó más temprano que la publicación de sus dos éxitos más comerciales. Él mismo reconoce que la literatura japonesa no ha influido en su carrera, pero sí el séptimo arte oriental. En su juventud escribió guiones televisivos y, más adelante, otros tantos adaptados a la gran pantalla.
Es un escritor prolífero a su manera. Su rúbrica se encuentra en libros de relatos, novelas, guiones e incluso en letras de canciones de jazz. No entiende el mercado editorial, ese que exige lanzar obras al mercado casi anualmente para seguir en lo más alto. Ishiguro ha escrito sin las exigencias del guion actual, con calma, sus lapsos de tiempo entre libro y libro son incomprensibles en este negocio.
Sin embargo, Kazuo Ishiguro, maestro de la ambigüedad, ya forma parte de la historia de las letras. Siete novelas para conseguir el Premio Nobel de Literatura 2017, convertirse en Oficial de la Orden del Imperio Británico, la distinción honorífica francesa de ser Caballero de las Artes y las Letras o ser leído en todo el mundo. Pálida luz en las colinas, Un artista del mundo flotante, Los restos del día, Los inconsolables, Cuando fuimos huérfanos, Nunca me abandones y El gigante enterrado, las siete novelas del éxito, las siete novelas de película.