Carolina Jiménez, el talento español en efectos visuales que conquista Hollywood

Carolina Jiménez, el talento español en efectos visuales que conquista Hollywood

De Madrid al cielo o, al menos, al firmamento del mundo del cine. La madrileña Carolina Jiménez, creadora de efectos visuales, no tuvo reparos en coger las maletas y viajar por medio planeta para demostrar su talento en grandes producciones mundiales como la trilogía de ‘El Hobbit’, ‘Prometheus’, ‘Guardianes de la Galaxia’, ‘Tom Raider’ o ‘La Liga de la Justicia’.

Es una de las pocas mujeres españolas que está triunfando en el mundo de los efectos visuales y lo ha logrado amando su trabajo, con tesón y con grandes dosis de creatividad que han sido valoradas por grandes cineastas como Ridley Scott o Tim Burton, entre muchos otros. Nos concede esta entrevista desde Canadá donde actualmente trabaja de lleno en Aquaman, la próxima gran peli de superhéroes que se estrenará en diciembre de 2018.

 

 

¿De dónde te viene esta pasión por el cine? ¿De qué forma te influyó el cine de los ochenta?

Efectivamente soy niña de los ochenta y adolescente de los noventa, y aquel cine dio forma a mi entorno cultural y a mi personalidad en gran medida. Soy resultado de ‘Los Goonies’, ‘Star Wars’, ‘E.T’, ‘Regreso al Futuro’, ‘Indiana Jones’ …  Para mí, las películas eran reales, eran mundos visitables y aventuras vivibles. Eran magia.

Y si el cine de mi infancia me hizo profunda amante del cine, el de mi adolescencia me hizo admiradora de los efectos especiales y visuales. Películas como ‘Terminator 2’, ‘Abyss’, ‘Parque Jurásico’… Me maravillaba lo que la tecnología era capaz de hacer y verla avanzar ante mis ojos película tras película. Claro que ni se me pasaba por la cabeza que aquello fuera una profesión a la que alguien como yo pudiera optar. Aquello eran maravillas que hacía gente especial en lugares lejanos.

 

Entonces, ¿cómo conseguiste adentrarte en ese mundo que te parecía inalcanzable?

Fue viendo los documentales de los DVDs de la versión extendida de ‘El Señor de los Anillos: La comunidad del Anillo’ cuando comprendí cómo realmente se hacía aquel cine que yo tanto admiraba y qué papel jugaba la tecnología y la informática. Yo llevaba un tiempo haciendo mis pinitos gráficos con el ordenador de casa, y al ver a aquel equipo de artistas con tanto detalle creando mundos y personajes desde cero usando un ordenador, se me encendió la bombilla.

Nunca antes había visto con tanto detalle los entresijos del ‘cómo se hace el cine’, y me atrapó sin remedio… Así que busqué una escuela, de las poquísimas que aún había en España, y me apunté sin saber seguro si aquello tendría futuro real para mí.

 

Creo que dejaste una carrera anterior que no te llenaba demasiado…

Así es. Empecé a estudiar arquitectura sin demasiada vocación porque aunaba arte y tecnología, que son dos campos que no quería dejar fuera de mi profesión, fuera la que fuera. Y efectivamente, aun siendo una carrera muy interesante, no conseguía llenarme ni llamar mi atención como profesión.

Pero, gracias a los estudios de arquitectura tuve mi primer contacto con softwares de representación 3D con los que empezábamos a visualizar proyectos arquitectónicos, además de los tradicionales planos y maquetas, y aquello sí que me gustaba de verdad. Pero no lo consideraba más que una afición hasta que no vi que efectivamente se podía hacer cine con ellos tras un ordenador.

 

Ni se me pasaba por la cabeza que el VFX fuera una profesión a la que alguien como yo pudiera optar. Aquello eran maravillas que hacía gente especial en lugares lejanos.

 

Después de trabajar en producciones en España como Águila Roja, ¿cuál fue el momento que motivó tu lanzamiento internacional?

Desde que ingresé en la escuela de 3D y postproducción mi ilusión era poder trabajar en películas de VFX y animación como ‘El Señor de los Anillos’ o el cine de Pixar, y siempre fui consciente de que ese cine se hace principalmente fuera de España. Así que desde que acabé mis estudios, mandaba mi currículum y mi demo a tantos estudios como me era posible cada vez que actualizaba mi material o ganaba algo de experiencia nueva. Obviamente, al principio, no me hacían mucho caso, pero tras tener mis primeras experiencias en televisión y cine las posibilidades mejoraron.

La primera oportunidad real de salir a trabajar en cine internacional llegó de los estudios “Dr. D” en Australia que se encontraban en ese momento en plena producción de “Happy Feet 2”, de George Miller. Me hicieron una oferta para unirme a sus filas y no me lo pensé. Lo dejé todo, incluido un puesto de trabajo con contrato fijo a una manzana de mi casa en Madrid para agarrar una maleta e irme a Australia con un contrato de cinco meses. Aún recuerdo el vértigo y el miedo que pasé ante la situación, pero no podía dejar pasar la oportunidad…

Tras aquella primera experiencia en cine internacional las cosas fueron algo más fluidas, y tras aquello llegó Londres, luego Nueva Zelanda, y finalmente Canadá, donde resido y trabajo actualmente. Sin duda, mereció la pena el susto.

 

Imagen cedida por Kerp Photography
Imagen cedida por Kerp Photography

 

¿Cada vez se valora más a los artistas del VFX dentro de Hollywood?

Yo creo que sí. Cada vez se comprende mejor la necesidad de VFX en el cine actual como una herramienta fundamental más. Y el público cada vez conoce mejor en qué consiste nuestro trabajo y lo que cuesta llevarlo a cabo. Los estudios de VFX se enorgullecen mostrando al detalle el trabajo que hacemos, y muchos compañeros disfrutan como yo de explicar y transmitir los entresijos de nuestra profesión. Quien no lo valora es porque no lo conoce, por eso me empeño tanto en compartir lo que hacemos mis compañeros y yo, para que se comprenda y se aprecie como merece.

 

Dejé un puesto de trabajo con contrato fijo a una manzana de mi casa para agarrar una maleta e irme a Australia con un contrato de cinco meses. Aún recuerdo el vértigo, pero, sin duda, mereció la pena el susto.

 

¿Qué importancia tiene el departamento de Layout en el resultado final que vemos en la gran pantalla?

La postproducción de una película, es decir, todo lo que sucede después del rodaje en sí, incluye varios procesos y uno de ellos es el de VFX, los efectos visuales digitales. Yo formo parte del equipo de Layout. La labor del departamento de Layout es un paso intermedio en el proceso de producción en un estudio de VFX que consiste, a grandes rasgos, en componer la escena tomando todos los elementos necesarios proporcionados por los departamentos que van antes, colocarlos en su lugar, animarlos, posicionar y mover la cámara cuando es necesario, cuadrando el aspecto final de la toma.

En producción de VFX muchos planos consisten en imagen real, rodada en set o en localización con escenarios y personajes al menos parcialmente reales, combinadas posteriormente con recreaciones digitales de todo lo que falta. Esto pueden ser fondos, escenarios, elementos concretos y personajes enteros. Todo lo que vemos en los “making-of” que van en verde croma es después sustituido por algo.

En Layout recibimos el metraje real de set, las cámaras digitales que concuerdan con las cámaras de rodaje, los elementos digitales de modelado tales como entornos, atrezo o personajes, y con todo ello componemos el armazón de la escena. Son responsabilidad de Layout la composición de la escena, el movimiento de cámara, la continuidad del raccord, la posición e interpretación iniciales de los personajes digitales, asegurándonos de que todo ello cuenta con la adecuada narrativa visual al servicio de la historia a contar. Después de nosotros vienen los departamentos de animación, que refinan y detallan el movimiento de las partes móviles, iluminación, efectos, composición, etc.

 

Has trabajado en grandes producciones y con los más grandes cineastas, ¿con cuáles de estas pelis te quedas? ¿Cuál ha sido un verdadero sueño cumplido?

Sin duda la trilogía de ‘El Hobbit’. El equipo de Weta Digital en Nueva Zelanda recreando la tierra Media capitaneado por Peter Jackson fueron mi motivación para estudiar lo que estudié y soñar con dedicarme a hacer cine como artista de VFX. Por lo que, tener la oportunidad diez años después de poder unirme a ese mismo equipo recreando de nuevo la obra de Tolkien, fue más que un sueño hecho realidad.

No me avergüenza reconocer que lloré de emoción el día que, al fin, contestaron a mi último y enésimo envío de currículum ofreciéndome para un puesto de trabajo con ellos. Los tres años que pasé en Nueva Zelanda trabajando en las películas de El Hobbit son, sin duda, la experiencia más querida de mi trayectoria profesional.

 

¿Qué escena es la que más te ha costado por su dificultad?

Recuerdo la dificultad técnica del último plano de “Alice Through The Looking Glass”, o muchos de los planos en la estación Yorktown en “Star Trek Beyond”, de especial complejidad en la animación de cámaras y elementos por la falta de gravedad con la que todo giraba en todas direcciones.

Pero, sin duda, la secuencia que más reto supuso para mí fue la de las telarañas del bosque de Mirkwood en “El Hobbit”. Todas esas telarañas fueron creadas por dos compañeros más y yo. Entre los tres pasamos varios meses generando telarañas con un simulador que nosotros mismos estábamos desarrollando junto al equipo de programadores. Fue todo un reto apasionante y cada vez que veo la secuencia se me pone una sonrisa de orgullo en la cara. No fue nada fácil, pero ahí están.

 

Escena bosque de Mirkwood en "El Hobbit"
Escena bosque de Mirkwood en “El Hobbit”

 

¿Cuántas horas de trabajo puede llevar uno o dos minutos de película?

Eso depende mucho del tipo de película y del tipo de plano dentro de cada película. No todos los géneros tienen igual carga de VFX. Nuestro trabajo es mucho más intenso en películas de fantasía, ciencia ficción, superhéroes… Y dentro de estas películas hay planos que requieren solo cierto retoque y otros que precisan de meses y meses de trabajo porque la mayoría de su contenido es digital y de acción trepidante. Cuantos más elementos digitales, explosiones, simulaciones de fluidos, personajes CGI, etc. haya, más trabajo y tiempo requieren. En ocasiones incluso largos meses.

 

¿Cuáles son los proyectos que más te divierten?

Curiosamente, las películas de menor presupuesto, las que tienen menos presión mediática son más divertidas profesionalmente hablando. En las grandes superproducciones con altas expectativas de taquilla la productora y el equipo del director ejercen una presión especial para que todo se haga de una manera muy determinada. Pero en las producciones digamos ‘menores’, las directrices están mucho menos tensas y los artistas tenemos más libertad para innovar, proponer y crear con menos presión. Este fue el caso de ‘Power Rangers’ o ‘El Cazador y la Reina del Hielo’. En esas películas hay escenas que no solo he compuesto yo, sino que son ideas mías. Es muy gratificante.

 

Los tres años que pasé en Nueva Zelanda trabajando en las películas de ‘El Hobbit’ son, sin duda, la experiencia más querida de mi trayectoria profesional.

 

¿Alguna vez has escuchado aquello de ‘qué hace una chica como tú en un sitio como este’?

Alguna vez, sí. En mi clase en la escuela de 3D éramos solo dos chicas, y aún somos minoría en casi todos los departamentos de mi profesión. Así que, en ocasiones, aún nos topamos con ese tipo de actitudes y reacciones. Pero cada vez son menos…

Mi escuela me invitó hace un par de años a dar una master-class a los alumnos del momento y contarles mis experiencias en mi profesión, y para mi sorpresa al menos la mitad del alumnado asistente era femenino. Cada vez somos más mujeres las que nos animamos a entrar en profesiones tradicionalmente masculinas. Poco a poco estamos cambiando las cosas entre todos.

 

¿Faltan aún hoy referentes femeninos en estas áreas del cine más masculinizadas?

Sí, los referentes para la juventud siguen siendo mayoritariamente masculinos, ya que los profesionales aún son en su mayoría hombres, como sucede en casi todos los ámbitos tecnológicos. Por eso es importante para mí ofrecer otra visión y tratar así de colaborar en un cambio que, sin duda, se está produciendo y que será muy positivo para todas y todos.

 

Cada vez somos más mujeres las que nos animamos a entrar en profesiones tradicionalmente masculinas. Poco a poco estamos cambiando las cosas.

 

¿Esta falta de referentes se agudiza en el habla hispana?

Más que en el habla hispana, se agudiza en países donde aún no existe tradición profesional ni educativa en cierto tipo de profesiones artísticas y tecnológicas como son los VFX; y resulta que varios de esos países son de habla hispana. Sin duda, también sucede en países de otras lenguas y culturas, pero al ser mi primer idioma el español, ahí es donde me siento capacitada a colaborar en cambiar las cosas. Latinoamérica está llena de talento y de sed por saber, por aprender, por emprender y por formar parte también de esta creciente industria, en todos los géneros.

 

¿Cómo ves la animación española? ¿Qué proyectos destacarías?

En España hemos tenido fuerte tradición en animación y hemos vivido unos años dorados de auge en el sector, con títulos de referencia como ‘Planet 51’ y ‘Mortadelo y Filemón’ que nos han dado enormes artistas que tengo el honor de llamar compañeros. En este momento el género necesita volver a despuntar, porque sigue vivo y con ganas de hacer grandes cosas como demuestran títulos como ‘Atrapa la Bandera’ y ‘Tadeo Jones 2’.

 

¿En qué nuevos proyectos estás trabajando?

Acabamos de terminar ‘Ant-Man and the Wasp’ y ‘The Meg’, y nos encontramos trabajando de lleno en ‘Aquaman’. De los proyectos siguientes no os puedo hablar porque aún son secretos, pero sí os puedo decir que se avecinan meses de interesante trabajo.

 

 

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