La séptima edición del concurso The International Landscape Photographer of the Year 2020 ha resultado ser un soplo de aire fresco en estos tiempos de pandemia. Hacía más falta que nunca aparcar por un momento la mente de las dramáticas cifras que conocemos cada día y disfrutar de las fotografías que trasmiten la fuerza del mundo que tenemos por descubrir.
Cerca de 3.800 imágenes han participado en este certamen australiano que revela los paisajes más impresionantes del planeta. Las fotografías muestran una infinidad de estilos, ubicaciones, colores, luces, climas, perspectivas… Una oda a la perfección de la naturaleza y unas composiciones imposibles que hacen dudar al observador si se trata de realidad o fantasía.
Al igual que el fotoperiodismo remueve conciencias con historias de guerra, pobreza, inmigración o testimonios personales, este género tiene la capacidad de asombrar con su belleza y, a la vez, mostrar la huella que provoca el ser humano en la Tierra. El talento de quienes han inmortalizado lo mejor del planeta también ha servido para dejar patente el impacto que el cambio climático genera en el entorno.
Una imagen logra trasmitir más que cualquier dato, así que este tipo de iniciativas son una oportunidad de visibilizar los retos medioambientales a los que nos enfrentamos. La fotografía de paisaje es una de las variedades más reconocidas y populares, ¿supone una herramienta para el deleite artístico o para la sensibilización? Ambas son posibles.
La inspiración de los ganadores
No ha tenido que ser sencilla la tarea de los jueces para premiar las capturas más asombrosas de la naturaleza de este 2020. El concurso está abierto a fotógrafos experimentados y principiantes. Finalmente, Kelvin Yuen fue el vencedor; se trata de un joven de 24 años, procedente de Hong Kong, que ha estado tomando fotos desde hace tan solo 6 años.
Su porfolio, con imágenes de montañas tomadas en lugares como Escocia o Utah, ha hecho que este hongkonés se proclame con el título de mejor fotógrafo internacional de paisajes del año y a llevarse un premio de 5.000 dólares:
“Lo que más me gusta de la fotografía de paisajes es que me da la oportunidad de entenderme a mí mismo. Al trabajar al aire libre, necesito lidiar con muchas condiciones inciertas, por ejemplo, fotografiar sin dormir, fotografiar en una tormenta, explorar áreas sin un camino, e incluso lidiar con un coche que se atasca. Estos desafíos han mejorado mi capacidad de resolución de problemas y me dan la oportunidad de llegar a un lugar que nunca esperé poder alcanzar en mi vida. En el futuro, continuaré creando diferentes perspectivas, tanto alrededor del mundo como aquí en Hong Kong. Quiero usar mi estilo personal para mostrar el lado natural de Hong Kong, porque no es solo una ciudad”.
El segundo galardón más relevante del concurso lo ha conseguido Kai Hornung, con la mejor imagen individual; su instantánea fue tomada en Islandia. Este alemán es consultor de recursos humanos, aunque asegura que es para él la fotografía es donde realmente encuentra la inspiración.
Entre todas las categorías del certamen se reparten premios por valor de 10.000 dólares y, además, los participantes compiten por la oportunidad de que sus piezas formen parte del prestigioso libro de las 101 mejores fotografías de paisajes del año.
Las instantáneas más extraordinarias del concurso
Imposible elegir. Desde De Culto os mostramos una pequeña muestra de algunas de las impresionantes imágenes que han formado parte de este certamen internacional, ¡a disfrutar de las fotografías y de la belleza de nuestro planeta!